Pez Hacha, Argyropelecus gigas o fantasma de los océanos.
En la profundidad de los océanos los hábitats que se encuentran son muy diferentes a los que podemos encontrar en aguas costeras poco profundas o en los primeros 200 metros de profundidad. Por eso, los animales que se encuentran son también muy diferentes. Animales que se han tenido que adaptar a grandes presiones, a temperaturas muy bajas y por supuesto a la infinita oscuridad.
Este animal de "aspecto amistoso" se sitúa en profundidades superiores a los 600 metros. Con sus ojos tenebrosos, mira hacia arriba y detecta las siluetas de sus presas que puede ver en contraste con la tenue luz (imperceptible para nosotros) que proviene de la superficie.
Pero no solo eso, si pensáramos que otro depredador más terrible aun que el Pez Hacha utilizara la misma técnica para detectar a este y otros peces, nos daríamos cuenta de una característica de supervivencia y adaptabilidad propia del Argyropelecus gigas... se hace INVISIBLE. Es capaz de producir, gracias su órgano fotóforo ( que produce luz) los reflejos azules similares a los que se ven si se mira a la superficie, haciéndose totalmente invisible.
Por último, no penseis que este pececillo de entrañable os acecha en las profundidades. Es inofensivo para las personas, porque aunque su especie tenga la palabra gigante, no mide más de 15 cm. Distribuidos por las aguas profundas abisales del océano Atlántico y del océano Pacífico.
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