miércoles, 18 de noviembre de 2015


El Tiburón Duende

Los tiburones han sido siempre objeto de fascinación y miedo, por su naturaleza peligrosa y a la vez poderosa que despierta nuestro interés. De todas las especies de tiburones, hay una en particular de la que se sabe muy poco y es la del tiburón duende rosado. Su nombre se debe básicamente a la coloración rosada de su piel y gris en el dorso, pero que se torna marrón cuando se saca del mar.

El primer tiburón duende capturado fue cerca de Yokohama en Japón, hacia el año 1898. Por su impactante aspecto llamó mucho la atención de sus pescadores, que en efecto habían descubierto una especie nunca antes vista. Fue nombrado como tenguzame que en japonés significa pez duende. El animal murió una semana después. De la clasificación familiar Mitsukurinidae es el único miembro vivo, los otros ya están extintos.



Aparte de su color, la característica que más llama la atención de esta especie, es el hocico alargado y aplanado que sobresale de su rostro y que contiene numerosos órganos sensitivos electro-receptores, que le han servido para evolucionar y sobrevivir en condiciones tan extremas a grandes profundidades, asegurando la búsqueda efectiva de alimentos como peces, cefalópodos y crustáceos propios de su entorno.

Debajo de su descomunal nariz, se encuentra una mandíbula larga y estrecha particularmente retráctil o extensible. Funciona desplazándose libremente hacia adelante cuando necesita capturar sus presas.

Otras particularidades del tiburón duende son sus pequeños ojos y los numerosos dientes frontales puntiagudos. Su longitud media está entre los dos y tres metros, alcanzando un peso de 210 kilogramos. Las aletas pectorales y dorsales son redondeadas y más bien pequeñas. El aspecto general de su cuerpo es alargado y achatado lateralmente.

Su hábitat submarino tiene lugar entre los 200 y 1.200 metros de profundidad, muy probablemente ésta sea una de las principales causas de la poca información que se tiene de él. Incluso los pocos ejemplares capturados, han sido por botes pesqueros que lanzan sus redes a estas profundidades. De su reproducción no se tienen tampoco datos exactos ni documentados científicamente. Por esta información general, reducida e insuficiente, no se tiene clasificada como especie amenazada o en peligro de extinción.

La distribución geográfica de esta increíble especie de tiburón es prácticamente en todo el mundo. Con mayor frecuencia en Japón, Golfo de México, Nueva Zelanda, Francia y Surinam. En Galicia han sido pescados dos ejemplares casualmente por el mismo buque: el Gonzacove Uno con sede en Marín.

El primer caso se registró en 2003 donde fue capturado uno de 122 centímetros de longitud y el segundo en marzo de este año, con un tamaño de 161 centímetros. Ambos son exhibidos en el Museo da Natureza de Ferrol, a cargo de la Sociedad Gallega deHistoria Natural.

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